La Guadaña
La guadaña es una herramienta agrícola que está formada por una hoja afilada con forma curda que está unida a un palo rígido. Normalmente se usa para segar (cortar) hierba, forraje para el ganado o cereales.
Con la llegada de las maquinarias mecánicas la guadaña entra en el olvido porque la maquinaria moderna (como desbrozadoras, segadoras, etc.) son mucho más rápidas y se corta mucho más rápido que con la guadaña.
Pese a que está en desuso, la guadaña sigue utilizándose en algunos lugares rurales pero en pequeñas extensiones, ya que esta herramienta manual es mucho más lenta a la hora de desarrollar su labor. Aún así, hay algunos lugares donde se realizan campeonatos de siega, sobre todo en el norte de España.
En América del Nortes es más usada (Canadá y Estados Unidos) pero en Latinoamérica apenas se conoce la guadaña ya que en esta zona por tradición se utiliza para ese desempeño el machete.
Diseño de la Guadaña
El diseño de la guadaña es muy importante para su utilización, ya que este ayuda al buen funcionamiento de esta. Está compuesta de un palo con dos agarraderas, una en el extremo opuesto al de la cuchilla y otro a una distancia de casi un brazo del anterior. La hoja o cuchilla tiene forma de arco, con unas dimensiones de radio bastante grande. Esta está sujeta por un extremo al palo y el otro extremo termina en forma de punta afilada.
La cuchilla de la guadaña suele ser de acero, por su resistencia pese a que esto la haga más pesada y se divide en tres partes:
- El corte, que es la parte afilada de la hoja y es la que le da la forma de arco.
- El lomo o canto, que es la parte opuesta a la de corte, está reforzada por este lado para evitar roturas.
- El talón, con ángulo aproximado de 35º terminando en un añadido que es la parte que va unida al palo/mango de la guadaña mediante una anilla que se fija a este mediante unas cuñas en los primeros diseño, hoy en día llevan unos tornillos para hacer presión entre la hoja y el mango y dejarlo bien fijo.
El mango de la guadaña, en sus primeras versiones solía ser de madera, en la actualidad son de aluminio para aligerar el peso y aumentar la resistencia. A poco más de la mitad de distancia tiene una agarradera llamada astil para sujetarlo con la mano diestra, y al final tiene otra agarradera para sujetarla con la mano zurda.
Las guadañas tienen habitualmente la misma forma con pequeñas diferencia en función de la curva de la cuchilla y la disposición del astil. En España es más habitual utilizar un mango de forma recta pero en Estados Unidos es más habitual el mango curvo, algo que se está importando también a España. Las dimensiones de la guadañas suelen ser desde 120 a 180 cm. de largo en el mango o astil y de 80 o 92 cm de lámina o cuchilla.
¿Cómo manejar una guadaña?
La guadaña es una herramienta de labranza muy fácil de utilizar, simplemente hay que realizar el movimiento de derecha a izquierda (o del revés si eres zurdo) describiendo una media luna con la guadaña. De esta forma deberemos ir dejando en nuestro camino el golpe de corte y a nuestra izquierda (derecha si somos zurdos) se irá quedando lo que hayamos cortado formando lomos. El resultado dependerá sobre todo de la habilidad del segador, pero evidente mente hay factores que influyen, como por ejemplo el estado del terreno, la cantidad y lo frondoso que esté siendo posible segar al día entre 30/35 áreas de pradera y hasta 50 áreas de trigo o cualquier otro cereal.
¿Cómo afilar una guadaña?
El afilado de la guadaña es el factor más importante a la hora de realizar la siega, ya que si esta herramienta no tiene un buen filo el segador deberá hacer más fuerza para conseguir un buen resultado, lo que hará que el cansancio llegue antes.
El afilado se debe realizar con una buena piedra de afilar describiendo hondanadas en la hoja tanto por un lado como por el otro, esta tarea se debe realizar cada cierto tiempo pero no hay medidas estándares, realizaremos el afilado cuando nos cueste más trabajo de lo normal segar, incluso pudiendo realizar esta tarea en mitad de la siega. Cuando una guadaña no está bien afilada y le damos unas pasadas con la piedra a la hoja se nota de forma inmediata que el segado se hace de una forma mucho más fácil y no hay que dar golpes de guadaña tan fuerte como cuando está gastada.